Consulta Privada

Habitualmente es un miembro del sistema familiar quien atrae a la familia a terapia. Este es un momento doloroso y a su vez da una magnífica oportunidad para poder revisar, mirar, valorar, reconocer, reconducir, corregir y sanar los vínculos, los límites, los valores, las proyecciones, las expectativas y todo aquello que en todo grupo humano y más aún en los sistemas familiares pueden dificultar las relaciones. Los momentos de crisis en la familia y en cualquier sistema, nos brindan una maravillosa oportunidad para vernos individualmente, reconocer y redefinir la relación con cada uno de los miembros de la familia, descubrir y sanar el amor y reestructurar formas que han llevado a la familia al sufrimiento.

En una sesión individual de constelaciones familiares usaremos elementos u objetos disponibles en la consulta,como pueden ser muñecos, plantillas, piedras, cromos...usados a modo de representantes, para poder ver cual es la raíz de nuestro malestar y poder dar una mirada amplia y clara a aquello que nos sucede, que no necesariamente es el motivo de consulta y que en “todos” los casos se da una profunda comprensión que no necesariamente un entendimiento cognitivo o racional. 

La gran mayoría lo describen con un; “estoy mejor y no se porque” / “ahora todo tiene sentido” / “no entiendo lo que ha pasado pero ya no me duele” / “no se porque me he puesto asi pero estoy mejor”....

Estas mismas conclusiones y comentarios hacen los clientes de las constelaciones grupales, en el que los participantes comentan haberse quitado un peso. En las sesiones grupales los elementos a usar como representantes para el trabajo son las personas participantes del grupo, que pueden poner voz y movimiento al trabajo. Este trabajo sólo tiene sentido para la persona que plantea la demanda. Solo para esa persona cobrará sentido lo vivido. Para el resto, lo visto o vivido es diferente, siempre dependiendo de las identificaciones y significados personales. Pero siendo liberador para todos los participantes del grupo.

Los representantes cambian de posición durante el transcurso de la sesión, y se les indican frases breves para que las digan. Un terapeuta formado elige frases que revelan verdades profundas sobre las relaciones entre los miembros de la familia a los que están representando. A medida que se desenvuelve el proceso, todos se sienten más cómodos. El cliente pasa casi toda la sesión como observador pasivo, pero hacia el final podría situarse dentro de la constelación, sustituyendo o acompañado por la persona que lo representaba.

Participe o no el cliente, la conclusión general de estas sesiones es que el cliente alcanza nuevas visiones de los problemas o de las tensiones relacionadas con su familia, así como una profunda sensación de alivio.

Este es el estilo original de las constelaciones familiares, en las que el terapeuta reordena a los representantes y propone las frases. En la actualidad los terapeutas invitan a los clientes a crear constelaciones con menos representantes, sin hablar y permitiendo el impulso espontáneo de los representantes. El terapeuta se vuelve menos activo y se da mayor importancia a los sentimientos espontáneos de los representantes y a su interacción no verbal.